Leyenda del tiempo,
mito imperecedero,
aquel gitano canastero,
rubio, delgado y fragüero
Dueño de mis sueños,
testigo de mis miedos,
poseedor del Duende,
jefe de mis anhelos.
Qué maravilloso, qué triste!
Que dependa mi alegría
de escucharte cada noche
cantando por bulería
Por seguiriyas y tangos,
por fandangos y tientos,
sólo una cosa no entiendo:
¿Cómo puedo quererte tanto?
Viviré llorando, padeciendo tu ausencia.
Lloraré riendo, imaginando tu presencia,
escribiendo estas líneas, que salen del corazón
que solo pretenden decirte:
TE QUIERO, CAMARÓN
No hay comentarios:
Publicar un comentario